Así como el mercado cambia, también lo hace la forma en la que los usuarios consumen productos y contenido. En el principio de la era del internet, el principal medio de navegación eran los ordenadores. Después de todo, no existían los teléfonos inteligentes. Sin embargo, a medida que las personas requieren de maneras más directas, versátiles y prácticas de acceder a la información, el diseño responsive se ha vuelto relevante.
El diseño responsive no es más que la adaptación de páginas web para que se puedan mostrar en diferentes plataformas; como teléfonos móviles y tablets, sin que la calidad del contenido ni el concepto de la marca cambie. Se trata de un proceso complicado, pero que suele conseguir gran éxito entre los clientes. Después de todo, ¿Quién no usa su teléfono cómo principal medio de navegación? Sin embargo, si quieres que sea exitoso, debes tomar en cuenta ciertos aspectos.
El elemento básico de un diseño responsive: menú de navegación
El menú de navegación no es u elemento que típicamente encontremos en una página web tradicional. Se debe a que estos se incorporan de manera más adecuada en un diseño responsive, dado que son especialmente útiles para navegar desde un móvil. Son un elemento importante debido a que además de lograr un diseño atractivo, también ofrecen una forma muy sencilla y accesible de navegar entre diferentes secciones.
Legibilidad adecuada
El tamaño de las letras, títulos y el contenido no es el mismo para un teléfono móvil que para una página web en ordenador. En el último, los tamaños suelen ser más grandes, pero se puede distorsionar cuando lo pasamos a una pantalla tan pequeña como la de nuestro móvil. Asegúrate de que todas cuentan con un tamaño adecuado para ser legibles, pero sin llegar a entorpecer la navegación.
Un tiempo de carga reducido
Ahora, existen muchos aspectos que pueden afectar el tiempo de carga de un diseño responsive. El contenido multimedia, el hosting, la velocidad de internet, entre otros. Sin embargo, siempre debes asegurarte de que tu página está lo suficientemente optimizada para cargar todo el contenido en menos de 3 segundos. Si no, arriesgas perder la atención del usuario, quien abandonará la página incluso antes de consumir cualquier contenido.
Elemento clave del diseño responsive: llamada a la acción o CTA
Se trata de un mensaje clave que invita al usuario a realizar una acción determinada. El llamado a la acción normalmente redirige al usuario a una página en la que la conversión es más sencilla; en el caso de que la primera estrategia no haya tenido éxito. Asegúrate que cuenta con mensaje claro y entendible, además de una fácil navegación.
Elementos multimedia adaptados
Así como sucede con los títulos y las letras de todo el contenido, todos los elementos multimedia deben adaptarse para caber en una pantalla más pequeña. Asimismo, debes considerar que, por lo general, los vídeos e imágenes cargan más lentos en un dispositivo móvil. Por lo tanto, debes considerar subirlos en tamaños más ligeros o en servidores adecuados para reproducción en un teléfono móvil.
Orientación vertical y horizontal
El diseño responsive puede adaptarse para mostrar una orientación principalmente vertical. Después de todo, esta es la que principalmente se usa en dispositivos móviles. Sin embargo, incorporar una en horizontal también es bastante útil para adaptarte a las diferentes necesidades de los clientes. Quién sabe, tal vez uno de ellos prefiere un acceso más fácil al teclado en el segundo tipo de orientación.
Botones de redes sociales, necesario en un diseño responsive
Teniendo en cuenta que las redes sociales forman parte de un alto porcentaje de aplicaciones que utilizamos en nuestros dispositivos móviles; tiene sentido que estas sean también un elemento crucial en un diseño responsive. Le permiten al usuario aprender más sobre tu marca de una manera más personal, directa y optimizada. Estos deben encontrarse a la vista y si es posible siempre disponibles en todo el diseño.