Las ventas online ya venían experimentando un incremento vertiginoso desde hace tiempo, pero las circunstancias tan especiales de los últimos meses las han disparado. Y eso es una excusa inmejorable para que cualquier comercio tradicional se adapte a los nuevos hábitos de los consumidores. Pero también lo es para que, si ya diriges un ecommerce, des un paso más en la mejora de la gestión y las relaciones con los clientes.