Crear contenidos de redes sociales cada vez significa un reto mayor. El público se torna más exigente y ya no se conforma con las formulas habituales. Entretenimiento y dinamismo es lo que los usuarios buscan para pulsar con mayor inmediatez los botones de ‘Seguir’ o ‘Me gusta’. En el caso de los restaurantes, la dinámica va mucho más acelerada, pues una buena cuenta de Twitter, Facebook o Instagram, puede accionar una visita con mayor inmediatez.
Las redes sociales de restaurantes deben ser una especie de menú dinámico donde el usuario puede conocer a detalle todos los platos, sus ingredientes, promociones, horarios y toda la información de interés que sea necesaria tener al alcance de la mano antes de hacer la visita. La viralidad de los contenidos gastronómicos sin duda es una meta que todos los creadores de contenidos buscan para posicionar una marca de este tipo de servicio.
El primer error, no creer en las redes sociales
Es más común de los que parece, pero existe una tendencia de desconocimiento donde las redes sociales de restaurantes son subestimadas, cuando esto sucede, por lo general dueños o administradores de marcas de restauración, asumen que las ventas de sus productos no se deben a la exposición web. Ante esa falsa creencia, es necesario conocer el público meta de la marca, cuando se conozcan los rasgos del perfil del consumidor será más que obvio el poder que ejercen las redes sociales a la hora de comer.
No creer en las redes sociales de restaurantes es un error si se analiza cómo ha evolucionado la conducta del consumidor. El anterior boca a boca, que consistía en recomendaciones hechas en círculos sociales, ahora se puede conseguir en mensajes privados de redes sociales, en motores de búsquedas o en publicaciones compartidas por los consumidores. Así mismo, la dinámica de publicar algún plato de manera voluntaria en los perfiles personales de los usuarios, representa algo más allá, en algunos casos se puede tratar de estatus social al probar algún plato que esté de moda y en otros de la simple necesidad de mostrar algo que les gustó de manera genuina.
Trata las marcas gastronómicas como marcas comunes
Otro error muy común en las redes sociales de restaurantes es que los contenidos pueden tener un tratamiento muy uniforme o robótico, rompiendo con la sensación humana. Cuando esto sucede se empieza a saturar con diseños, textos, ediciones y un sinfín de materia multimedia que deja a un lado el verdadero motivo de un restaurante: la comida. El deber ser y que mayor engagement genera, es que una cuenta de este tipo muestre las mejores capturas de sus platos, los relatos más precisos y el tono más amigable, para dar la sensación de invitación en todo momento.
Es importante dedicar tiempo para tratar y ofrecer contenidos de calidad. Lo ideal es poder invertir recursos en presentar de manera profesional fotografías de los platos, de los procesos e incluso de las experiencias de los clientes. Esto último es vital a la hora de tomar la decisión de probar. El cliente hoy en día también monitorea las interacciones y feedback que se genera en las redes sociales. Otro error sería eliminar las interacciones que no sean complacientes, pues el usuario lo nota y puede tomarlo como una conducta web negativa.