Es el pan de cada día en cualquier entorno laboral: mandar decenas y centenares de email entre compañeros, a distribuidores, partners, clientes… y en ellos aparte de incluir en ocasiones datos de carácter personal, también otra información muy valiosa para la empresa. ¿Crees que primas al máximo la ciberseguridad en el correo electrónico corporativo?
Qué duda cabe que en toda empresa que se precie la información es uno de los activos más importantes (por no decir el que más) y el robo o el borrado de ésta puede poner en entredicho la supervivencia de nuestro negocio. A veces nos preocupamos más de la seguridad de los propios dispositivos electrónicos que manejamos en la empresa que de herramientas tan indispensables como el correo electrónico. En este sentido, la ciberseguridad debe ocupar un papel indispensable.
Usamos los correos corporativos como base de datos de clientes, como directorios, como carpetas de archivo… donde almacenar información de personas y de proyectos, ¡cómo no priorizar al máximo su ciberseguridad! Queda claro que sin correo electrónico hoy en día no hay empresa que valga, al menos en 9 de cada 10 casos y es el modo de comunicación más importante con clientes y proveedores. Pero ojo, también uno de los más habituales para la llegada de ciberataques. Un consejo básico: ante cualquier duda, no abras el email.
Debes saber que muchos ciberdelincuentes hacen uso de técnicas de ingeniería social para engañar a los profesionales. Se hacen pasar por clientes o contactos de confianza. Envían enlaces o incluyen ficheros adjuntos maliciosos con el objetivo de infectar los equipos de las víctimas para instalar el famoso y peligroso malware para controlar los equipos y robar información confidencial con la que más tarde sacar beneficio económico.
Un ciberataque en tu correo electrónico puede causarte: desde pérdidas de datos confidenciales, trabajos no sustituibles, daños a tu propia imagen como empresa y sanciones legales en relación a la LOPD, entre otras consecuencias. ¡Casi nada!
Cómo mejorar la seguridad del correo corporativo
Cambiar periódicamente la contraseña. Ni lo dudes, de tanto en tanto cambia la contraseña de tu email corporativo o si has recibido algún email sospechoso. Usar desde hace años el mismo email puede ser objeto de un ataque de malware.
Cuidar el acceso al correo. No entres a tu email de empresa desde ordenadores, pcs o dispositivos ajenos a tu empresa, puedes estar dejando un rastro ideal para los ciberdelincuentes o grabando contraseñas sin saberlo.
Cerrar sesión. Cuando termines tu jornada laboral o tus tareas frente al pc, cierra sesión inmediatamente. Cualquier persona puede cambiar los accesos a tu cuenta o utilizar tu correo con fines poco legales.
Usa contraseñas seguras. Opta siempre por contraseñas indescifrables para el resto pero fáciles de recordar para ti como no. Usa símbolos, números, letras… y nunca, nunca, nombres de personas, mascotas o fechas de cumpleaños. Olvídate también de cualquier nombre propio.
Vincula tu correo a otro email. Si pierdes la contraseña de tu correo electrónico, puedes recuperarlo vinculándolo a otro correo. También establece una pregunta de seguridad con lo que tendrás más posibilidades de recuperar tu contraseña o tu correo en caso de que alguien se haga con él.