Estamos orgullosos de nuestros hijos, y nos encanta mostrarlos mediante fotos y videos en Facebook o Instagram. Queremos enseñarles a todo el mundo lo guapos que son y lo feliz que somos al tenerlos a nuestro lado, sin embargo ¿conoces el peligro que existe al compartir las fotografías de tus hijos en redes sociales? Se conoce como sharenting y debería hacerte pensar cómo y cuándo compartes estas instantáneas sin pensar más allá…
Recién levantados posando juntos en la cama, dándole un baño cuando es bebé y es aún más un completo encanto. Paseando por el parque del barrio o compartiendo fotos del pequeño mientras está jugando sobre el parqué de casa. En principio, son acciones normales de casi cualquier padre y madre en redes sociales: mostrar fotos de lo guapo o guapa que es su hijo y todo un orgullo de los padres. Un acto sin maldad ninguna y asumido como normal pero que debería ser replanteado por los propios progenitores en términos de ciberseguridad. Es aquí cuando entra en juego un término cada vez más popular: el sharenting.
Los expertos en este campo lo tienen claro: hay que proteger la seguridad de los niños en redes sociales y más si disponemos de redes sociales abiertas todo el mundo. Incluso si tenemos la certeza de que tenemos las rede bien protegidas y ajenas a los ojos de desconocidos, también deberíamos hacerlo. Y es que los datos deben hacer pensar: el 81% de los bebés con padres que manejan redes sociales tienen presencia en internet antes de cumplir los seis meses. E incluso el 23% de los niños antes de nacer porque son compartidos mediante ecografías.
Reputación digital en niños
¿Te has preguntado si a tu hijo o hija de mayor le hará gracia esa sobrexplotación en redes sociales? Para los ciberexpertos, las fotos de los más pequeños deberían quedarse en un núcleo familiar como antiguamente se hacían con los álbumes de toda la vida y que al cumplir cierta edad, sean los propios protagonistas lo que decidan si comparten o no las instantáneas. Esta es una de las premisas que comparten el sharenting. Y qué duda cabe que es muy importante controlar qué tipo de fotos se comparte de los más pequeños.
Nunca hay que compartir fotos de niños desnudos, ni dándose un simple baño o como recién nacidos. La pedofilia está al acecho en internet y cualquiera de esas fotos es óbice para que pederastas mercadeen con estas fotos y vosotros sin saberlo. De hecho ya hay sentencias que hablan de compartir fotos de niños por parte de padres separados. Varias donde se aboga a que los padres separados no pueden subir fotos sin pixelar el rostro del pequeño hasta que este cumpla 14 años o si hay consentimiento por ambas partes, incluyendo la foto del perfil del WhatsAapp. Pero el sharenting no se queda ahí.
¿Por qué los padres ofrecen demasiadas pistas de dónde van o lo que hacen sus hijos? Una gran parte de los padres etiqueta colegios, academias o sitios públicos cuando sube fotos a las redes sociales y esta es una de las prácticas que en términos de ciberseguridad deben eliminarse cuanto antes. Nadie ajeno a la familia más cercana debe poder controlar y seguir los pasos de los más pequeños y dar pistas sobre su paradero cada dos por tres es un error, y más sabiendo que internet se ha convertido en un campo donde pedófilos y secuestradores campan a sus anchas. Y por último, por la propia imagen del menor. Éste puede no estar de acuerdo de mayor con las fotos que han compartido sus padres, pudiéndoles crear una reputación o identidad digital con la que no están de acuerdo y también con los comentarios de las mismas fotos. Estas fotos les pueden perseguir siempre y ser objeto de bullying. Piénsalo, la ciberseguridad y la íntima de tus hijos es tu responsabilidad.