El desarrollo de las nuevas tecnologías, así como el papel que Internet juega, sobre todo en marketing, han hecho que muchas empresas se lanzaran de cabeza al mundo digital. A veces con acierto, otras no tanto. ¿Qué puede fallar? Muchas cosas: estrategias, canales, una mala selección del público objetivo… Incluso tácticas que en un momento funcionaron pueden dejar de hacerlo. ¿Qué herramienta permite detectar errores? La auditoría digital.
Hoy en día, no basta con tener presencia en Internet, eso no entraña mayor dificultad. Es el posicionamiento la garantía de visibilidad en la red. De nada sirve la presencia en ella si el usuario no llega a nosotros. Y eso tiene un reflejo claro: pérdida de ventaja competitiva. Por eso las métricas, del tipo que sean, son esenciales para cualquier empresa. Y en algunas de ellas se centra la auditoría digital.
¿Por qué una auditoría?
Centrándonos en todo lo relacionado con el marketing, una auditoría digital busca analizar todos los recursos de la empresa, las estrategias y los medios empleados para mejorar su presencia en Internet. Es la que va a dar respuestas y la que va a marcar el camino que se debe seguir para escalar puestos en el complejo universo virtual.
¿Por qué mi empresa no alcanza los primeros puestos en los buscadores? ¿Por qué la tasa de conversiones es tan baja? ¿Qué errores están haciendo que las campañas de marketing online puestas en marcha no ofrezcan los resultados esperados? A estas y a otras muchas preguntas es a las que busca dar respuesta la auditoría digital.
Resolviendo de manera efectiva estas cuestiones gracias al análisis que ofrezca la auditoría digital, será posible diseñar y poner en marcha nuevas estrategias destinadas a mejorar el posicionamiento de la marca, a llegar a más usuarios o clientes y a fidelizar a los que ya se tiene. Y todo ello tendrá un reflejo económico importante en las cuentas de la compañía.
Pasos imprescindibles
Realizar una auditoría digital no es sencillo. En marketing entran en juego infinidad de variables, y todas ellas tienen su importancia porque se interrelacionan entre sí. Por eso, es un trabajo que se debe dejar en manos de expertos si se quiere obtener un beneficio real del trabajo.
Una auditoría digital analiza al detalle todas las herramientas de las que dispone la compañía para determinar su presencia en Internet y las relaciones con los usuarios, desde el diseño de página web a la calidad de los contenidos que se ofrecen a través de blogs o la presencia en redes sociales.
¿Es suficiente? Evidentemente, no. Una auditoría digital nunca puede dejar fuera de análisis elementos tan importantes como las estrategias SEO o las campañas SEM, ambas destinadas a mejorar el posicionamiento en buscadores. Y tampoco puede dejar de analizar cuestiones tan básicas como el diseño responsive o todo lo relacionado con estrategias de marketing online.
¿Qué faltaría en esta compleja ecuación que es la auditoría digital? Un profundo análisis de resultados de los últimos tiempos, de objetivos, de los canales en los que la compañía está presente y, por supuesto, de la competencia y de la evolución de las tendencias.
El resultado de la operación, si es acertado, es que la auditoría digital marcará un punto de inflexión en cualquier estrategia de marketing. El conocimiento profundo de la marca, de la percepción que de ella tienen los usuarios y de la respuesta que genera, así como un profundo análisis sector y de los competidores ayudarán a diseñar planes de actuación para escalar puestos en el entorno digital y ganar en competitividad. Y en ese camino, Quois está contigo.